Los mosqueteros no lloran. Eso es algo que me sorprende del libro. Se retan y ponen en duelo su orgullo continuamente. Aman en silencio a damas enigmáticas ilustradas, de antifaces y salones de palacio.Arriesgan su pescuezo por una reina desconocida, y se convierten en libertinos caballeros durante el crepusculo. Pero no lloran nunca. Me gustaria pertenecer a ese libro, y cabalgar por las orillas del loira buscando al mequetrefe que ha lastimado los sentimientos de la corona, y temblar por el purpura manto del cardenar richelieu. Pardiez! Que tengo que ir a clase

14 de mayo

Acabo de hacer la compra por internet, una vez mas la vagancia me ha soporizado en el sofa del piso, y en pijama miro la pantalla del ordenador a las 9 de la mañana sin saber decidirme por el yogur bio-regenerativo-esquizoide-protesico-vitaminico con sabor a kiwi australiano, o el super bio-activate-alegrate-fecundate-vitaminate con dananoseque preguntandome si este último me ayudará a hacer elpino como la del anuncio. Me gustaria hacer el pino porque nunca lo he hecho. Siempre me daba miedo y pedía al medico amigo de mis padres de que me hiciera un justificante de que tenia mal la espalda. Pero todavia me da curiosidad como será ver el mundo al revés. Ayer acabé mi `primer libro de Alexander Barico. El no hablaba de yogures, ni de amor,pero su libro era lo más romantico que leido nunca. Novecento, la leyenda del pianista en el oceano. Os lo recomiendo